Que suerte tienen aquellos cuya memoria falla y su conciencia es pequeña; su pasado es n misterio y el futuro adquiere poca importancia.
Afortunados aquellos cuyo corazón nunca sanó después de haber sido roto; ya no están obligados a abrirse a nadie, ni a ellos mismos.
Soy una víctima de mi propia soledad, me la impongo a la fuerza y de aquí no me sacan.
A pesar de regresar cada oportunidad cada momento, no puedo evitar encontrarme despertando siempre solo.
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- at 9:42 PM on June 10, 2006
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